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LA OPORTUNIDAD ES CLAVE PARA EL DESARROLLO DE UNA NUEVA GESTIÓN
Nuevos análisis sugieren que un buen jefe necesita algo más que saber dirigir.
Mucho se ha dicho de la crisis que sufren las empresas y de la importancia de la capacidad de liderazgo y gerencia de los directivos actualmente. El común de los mortales piensa que basta con el nombramiento oficial de nuevos “líderes” para hallar las soluciones e impulsar nuestras industrias. Sin embargo, algunos analistas sugieren que sí existe una diferencia entre liderazgo y gestión. Al parecer todo radica en el colectivo y las masas. Por Iván Abreu Anaya.
Un análisis enfocado en la crisis que enfrentan los Gobiernos de Europa, entre los que destacan Italia y Grecia con una especial preocupación por manejar su situación ante la deuda frente a Europa, señala que el éxito del liderazgo no depende sólo de una buena gestión. De dicho análisis se ha hecho eco el digital Managament-Issues, y también un editorial reciente del Financial Times, cuyo título reza: “Los líderes necesitan no sólo gestionar”. El experto en liderazgo, Bob Selden, autor del libro “¿Qué hacer cuando te conviertes en jefe?” afirma: “Durante mucho tiempo he sostenido que cuando a uno se le asciende a un puesto directivo, es la organización la que te da el título de “líder”. A continuación, el nuevo directivo sólo espera llevar a cabo las responsabilidades que el cargo describe, sin ir más allá”. Importancia de los simpatizantes El experto en liderazgo analiza esta actitud en el plano cotidiano de las empresas, y asegura que ser líder se puede hacer bien o no tan bien, dependiendo de la habilidad del gestor. “Yo propongo la siguiente alegoría para que se entienda: si otorgaran con el ascenso una gorra o sombrero en el que está inscrito “líder”, entonces la gente cumplirá las órdenes del director, porque él o ella están usando el sombrero del “líder”. ¿Pero los empleados realizan bien sus tareas sólo por el sombrero?”, se pregunta Selden.
Versión en Ingles de “¿Qué hacer cuando te conviertes en jefe?” Imagen de whenyoubecometheboss.com
La diferencia entre alguien que es un gerente nato y alguien que es visto como un líder capaz (“vista” es la palabra) es fundamental:, los empleados cumplen con las metas propuestas por quién es su líder, y no por lo que es, ni la posición que ocupa. Es una lástima asumir entonces que no vale sólo nuestro conocimiento y habilidades para dirigir. En los tiempos que corren tener seguidores, simpatizantes y ser “cercano” es fundamental para un buen desempeño como directivos.
El profesor Preston Bottger (Profesor de Liderazgo en el Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial, Lausana, Suiza), agrega que cuando el maestro de su hija de ocho años para hacer frente a su clase sobre el liderazgo le preguntó a los pequeños: “¿Quién me puede decir qué es un líder?” De inmediato un niño en la primera fila levantó la mano. “Un líder hace las cosas primero”, dijo. Su respuesta fue rápidamente seguida por la de una chica igual de entusiasta que dijo: “Los líderes tienen seguidores”. ¿Podrían los expertos dar una mejor definición de lo que es un líder para la sociedad y las empresas? “Los líderes hacen las cosas primero” y “los líderes tienen seguidores”. La primera respuesta es un comportamiento claro de liderazgo, mientras que la segunda describe el resultado de liderar con éxito. En estas condiciones, el sombrero de gerente, a cargo de la organización, se convierte ahora en una insignia de honor otorgado por el pueblo.
Cuatro condiciones clave
En una investigación realizada por Bottger y Selden con diversas organizaciones y culturas a lo largo de los últimos veinte años, los especialistas han constatado que hay cuatro condiciones que permiten a un gerente dar el salto a líder real. Con ellas, los líderes crean las condiciones que permiten a sus seguidores sentirse también ganadores. Estas condiciones son:
- Una visión compartida del medio ambiente – “Sabemos a lo que nos enfrentamos”
- Una visión compartida de hacia dónde vamos – “Sabemos lo que tenemos que hacer”
- Un sentimiento compartido de valores – “Estamos juntos en esto”
- Un sentimiento compartido del poder – “Podemos hacerlo”
Bottger y Selden ponen el énfasis en la palabra “compartido”. Para que un gerente logre convertirse en un líder de verdad, debe cumplir las cuatro condiciones, que desencadenarán el apoyo de su gente y lograrán que los trabajadaores entiendan y asuman el reto de lograr unidos cualquier cometido. Este es el reto del liderazgo. Dicho está, la capacidad de gestión simplemente no es suficiente.